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Por
Michael C. Ruppert
From the Wilderness (FTW) ha subrayado
que los acontecimientos en los cinco años
después del 11 de septiembre de 2001 determinarán
el curso de la historia humana durante los próximos
quinientos años. Al considerar las presiones
tectónicas que se están acumulando
durante este año de elección presidencial
- impulsadas por la realidad emergente del Pico
del Petróleo y del Gas - ocurre ahora que,
de esos cinco años, 2004 podría
verse marcado por algunos de los mayores cambios
políticos, económicos y militares
en la historia. Gran parte de este trastorno habrá
sido causado por el éxito de periodistas
independientes, investigadores, activistas, tribunales
y parlamentarios en desafiar las acciones del
Imperio de EE.UU. en casa y en el extranjero desde
el 11- S y en hacerlo responsable por sus propias
declaraciones, acciones y documentos.
Esto recuerda el proverbio: "Cuidado con lo que
pides en tus oraciones. Podr’as obtenerlo". Esta
bestia es peligrosa ahora y las señales
son abundantes, partiendo de las alarmas de terrorismo
durante las fiestas, a la reaparición de
la enfermedad de la 'vaca loca', a un repentino
interés renovado del gobierno en el ántrax,
que nada es imposible si la bestia se ve amenazada.
Incluso David Rothkopf del Washington Post
plantó la semilla el 24 de noviembre cuando
sugirió que un atentado terrorista podría
"perturbar" las elecciones presidenciales de 2004.
No debiera sorprendernos.
Al intensificarse los ataques contra las tropas
de EE.UU. y de la coalición en Irak desde
la "captura" el 14 de diciembre de Sadam Husein
y en circunstancias de que EE.UU. está
perdiendo la paz en Afganistán, como lo
demuestra un reciente informe del Consejo de Relaciones
Exteriores, resulta que precisarán de algunas
distracciones de importancia para mantener en
funciones la maquinaria económica y política
de EE.UU.
Una historia publicada el 28 de diciembre en el
Post reveló que la tasa de víctimas
de EE.UU. en Irak ha doblado en el período
de cuatro meses desde septiembre a través
del fin del año. No hubo un dividendo post-Sadam
desde ese punto de vista. Es una cuestión
abierta si las medidas económicas acostumbradas
para hacer crecer la economía antes de
una elección no van a revelar algunos de
los aspectos más lúgubres del Pico
del Petróleo y del Gas antes incluso de
que llegue la elección. A medida que expanden
las economías de EE.UU., China y Europa
(la de China está haciendo explosión),
lo mismo ocurre con el consumo de energía.
Es un juego mortal aumentar ahora el uso de petróleo
y gas y arriesgar más apagones y explosiones
en los precios antes de noviembre próximo.
Una fuerte ventisca azota el castillo de naipes
El éxito de los desafíos a la versión
de EE.UU. del 11-S y a la inteligencia fraudulenta
que justificó la invasión de Irak
en marzo pasado ha colocado algunos obstáculos
de importancia ante la agenda de Wall Street y
Washington después del 11-D.
En el contexto de un año de elección
presidencial esos obstáculos causarán
una preocupación crucial a la Administración
Bush quien trata de mantener su puesto de Director
Ejecutivo del emergente Nuevo Orden Mundial, y
tiene que hacer todo lo posible por eliminar o
neutralizarlos todos antes de los comicios.
Por ese motivo, Thomas Kean, el presidente
republicano de la así llamada Comisión
Independiente que investiga el 11-S, prefirió
sacar por adelantado el 17 de diciembre un anuncio
limitado modificado de que los ataques podrían
haber sido impedidos si no hubiera sido por la
incompetencia y los fracasos de la inteligencia
causada por los mandos intermedios. La fecha escogida
para ese anuncio, sólo cuatro días
después de la "captura" de Sadam Husein,
fue un débil intento de enterrar las dudas
no-aclaradas sobre el 11-S bajo los sondeos favorables
a Bush. Que Kean haya decidido hacer su comunicación
después de haber ordenado que la FAA [oficina
federal de administración de la aviación
de EE.UU.] le hiciera entrega de los registros
de las actividades de la Fuerza Aérea y
del gobierno el 11-S, pero antes de recibirlos;
y después de aceptar el tibio compromiso
de revisar extractos parciales de las informaciones
de inteligencia de George Bush previas
al 11-S, pero antes de verlas, constituye una
amplia evidencia de su motivación política.
Los organismos investigadores raramente presentan
un juicio público antes de examinar la
evidencia. Si se ven acorralados, los neoconservadores
y el sistema económico global que les dio
su apoyo en 2000, recurrirán probablemente
a medidas extremas y draconianas que podrían
marcar el fin de la fachada de la democracia estadounidense.
2004 va a ser un año muy peligroso. Los
principales desafíos enfrentados por la
Administración Bush son tanto legales como
de su propia creaci—n. Reflejan cambios inevitables
en las posiciones adoptadas y de declaraciones
hechas por los neoconservadores desde que EE.UU.
se lanzó por un camino de guerra infinita
por el petróleo. Recuerdan otro antiguo
adagio que fue expresado por un alcohólico
en recuperación que dijo: "Si no cuentas
una mentira, no tienes que recordar qué
fue lo que dijiste". La Administración
Bush está bailando sobre una cuerda floja.
El equipo de Cheney para la energía
FTW ha sostenido desde largo tiempo que
los secretos más profundos y más
tenebrosos del 11-S están enterrados en
los registros del Grupo de Desarrollo de Pol’tica
Energética Nacional [NEPDG, por la sigla
de National Energy Policy Development Group] del
vicepresidente Cheney, que concluyó
su trabajo y publicó un informe en mayo
de 2001 en el que admite una escasez crítica
en los suministros de energía . Aunque
esas admisiones eran vagas - y ubicadas casi exclusivamente
en secciones ocultas del informe no mencionadas
en los resúmenes ejecutivos o en los informes
para la prensa - indicaron claramente que una
importante prioridad nacional era la adquisición
de nuevas fuentes de energía de hidrocarburos
ante un telón de fondo de una producción
interna en permanente disminución. Poco
después de presentado el informe se inició
una batalla entre el Comité de Reforma
del Gobierno de la Cámara y el demócrata
Henry Waxman sobre los archivos y quién
se había reunido con el panel y qué
había sido discutido.
Aunque gran parte de la atención se concentró
al principio en la participación de corporaciones
como Enron, ExxonMobil y BP, FTW estableció
que los verdaderos secretos tuvieron que ver con
el conocimiento del equipo de trabajo del punto
crítico de los suministros de petróleo
y gas y de sus amenazantes impactos sobre la civilización
humana. Ya que el equipo de trabajo había
sido pagado con dinero del contribuyente, el Congreso
consideró correctamente que el público
tenía derecho a saber quién había
sido invitado y qué había sido discutido.
Las demandas iniciales de la Oficina de Contabilidad
del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés)
y de grupos ciudadanos incluyendo Judicial Watch
y el Sierra Club ratificaron los derechos constitucionales
(imperativos) del Congreso y del pueblo de acceder
a los archivos. Un fallo inicial de la Corte del
Distrito de EE.UU. lo confirmó y la Corte
de Apelaciones de EE.UU. se negó a intervenir
luego de una apelación de la Casa Blanca.
Como resultado, agencias que cooperaron con el
equipo operativo publicaron una serie muy incompleta
de archivos mientras la propia Casa Blanca, utilizando
el privilegio ejecutivo, se ha negado categóricamente
a revelar una sola página de sus materiales.
El 15 de diciembre de 2003, según informa
Associated Press, la Corte Suprema de EE.UU. anunció
que pronunciaría un fallo sobre el caso
en algún momento durante julio de 2004,
sólo tres meses antes de la elección
presidencial. Esto representa un auténtico
problema para la administración Bush. Legalmente,
hay muy poco que pueda sostener sus acciones obviamente
ilegales. Y la presentación al pueblo de
EE.UU. de otro fallo de la Corte Suprema, empañado
por motivos políticos, sólo meses
antes de la elección podría reanimar
el debate sobre el fallo ilegal de la Corte sobre
Bush contra Al Gore, que detuvo el recuento
de votos en Florida en el año 2000.
Además de recordarle a la Corte mediante
la amplia publicación de artículos
sobre la decisión pendiente, el pueblo
de EE.UU. puede hacer muy poco para influenciar
el resultado. No obstante, la Corte ya siente
suficiente presión ya que una multitud
de posiciones extralegales de la Administración
Bush está siendo crecientemente atacada
y analizada por el público. Para que la
máquina pueda seguir funcionando debe proteger
el valor de la marca EE.UU. que se refleja en
su capacidad para convencer a grandes porciones
de la masa de que el sistema sigue funcionando.
Aunque podría ser que el pueblo estadounidense
no comprenda plenamente las implicaciones de un
fallo de la Corte Suprema a favor de la Administración
Bush en este caso, los abogados que hacen que
el sistema funcione y los periodistas que informan
al respecto, ciertamente lo comprenderán.
Ésta es la decisión más peligrosa
en última instancia, que la Administración
debe obtener en el próximo año.
La revelación completa de los archivos
de Cheney permitiría a publicaciones
como FTW dar respuesta de una vez por todas
al pueblo de EE.UU. y al mundo a la principal
y mayor pregunta sobre el 11-S: "¿Qué
pudo motivarlos a hacer una cosa tan horrible?
¿Qué pudo haber sido tan importante?".
En un juicio penal por asesinato el motivo podría
ser uno de los tres elementos básicos requeridos
para una condena. El método y la oportunidad
ya han sido establecidos.
11-S - Procesos relacionados con el terror
Sólo una persona en todo el mundo ha sido
condenada por algo relacionado con los ataques
del 11-S. Muy pocos han oído hablar de
Mounir el-Motassadeq que fue arrestado en Alemania
en noviembre de 2001 y condenado en 2003, según
un informe del 16 de diciembre del Wall Street
Journal, como cómplice en 3.066 asesinatos.
Su condena está a punto de ser revocada
sólo como resultado del fracaso de un proceso
alemán relacionado con el caso. Ese caso
se derrumb— recientemente porque EE.UU. se negó
a presentar un testigo clave que podría
haber presentado un testimonio exonerador: Ramzi
bin al-Shibh. Bin al-Shibh, presuntamente
capturado en Pakistán justo un año
después de los ataques, ha sido elevado
al estatus de principal planificador en la leyenda
del 11-S. Como uno de los otros presuntos principales
planificadores, Khalid Shaikh Muhammad
(KSM), no ha aparecido ni una sola vez
en público mientras que montones de convenientes
confesiones suyas y de KSM han sido publicadas
por el gobierno de EE.UU. para apoyar esa versión
insostenible de los eventos.
Bin al-Shibh es probablemente retenido en Guantánamo,
fuera del alcance de los medios, de los abogados
y de la Constitución. El riesgo de credibilidad
para el gobierno de EE.UU., mientras inventa una
red enmarañada de informaciones conflictivas,
es que en algún momento, a fin de mantener
un resto de credibilidad, tendrá que presentar
declaraciones reales y verificables de las personas
que mantiene bajo custodia. Tiene que presentar
a los testigos, en persona.
El 11 de diciembre de 2003, el juicio alemán
de una segunda persona acusada de complicidad
en los ataques del 11-S, Abdelghani Mzoudi,
se derrumbó al presentarse al tribunal
una declaración de bin al- Shibh exonerando
a Mzoudi de todo conocimiento de los ataques del
11-S. La declaraci—n llegó al tribunal
después de que la inteligencia alemana
desafió un pedido de EE.UU. de que se excluyera
la declaración del proceso, y cumplió
con la ley alemana que - como la de EE.UU. - exige
que toda evidencia exculpatoria sea revelada durante
el juicio.
Según artículos en The Guardian
y The New York Times, los servicios de
inteligencia alemanes habían tenido en
su poder el material exculpatorio antes del comienzo
del proceso de Mzoudi. Esto provoca la pregunta
de por qué el gobierno de EE.UU. había
tratado de suprimir ilegalmente evidencia que
demuestra la inocencia de Mzoudi. La respuesta
es clara. EE.UU. necesita una condena por el 11-S,
cualquier condena por el 11-S, desesperadamente.
El juez alemán que desestimó el
caso de Mzoudi abrió la puerta para una
inmediata apelación y revocación
en el caso de Motassadeq quien, como Mzoudi, estaba
relacionado con miembros de la célula de
Hamburgo de Mohammed Atta. Ambos individuos
eran marroquíes y los dos habían
solicitado el testimonio de bin al-Shibh como
parte de su defensa. El acceso a dicho testimonio
había sido denegado repetidamente a los
abogados de Motassadeq. Como un presagio para
futuros procesos por el 11-S - si jamás
llegan a ocurrir - el juez Klaus Ruhle
dijo, según informa el Times del
12 de diciembre: "que aunque tenía serias
dudas sobre la fiabilidad de la evidencia, no
podía evaluarla adecuadamente sin el testimonio
de bin al-Shibh."
Esto deja abierta la posibilidad adicional de
que para evitar que en el futuro su propia conducta
criminal quede aún más peligrosamente
en descubierto, el gobierno de EE.UU. creó
el testimonio de bin al-Shibh para impedir que
el juicio de Mzoudi destape defectos aún
más flagrantes en la leyenda del 11-S creada
por EE.UU. después de que quedó
en claro que los tribunales alemanes no iban a
ceder a los deseos de John Ashcroft.
En un pasaje muy revelador al final de su informe
Desmond Butler del Times pareció
reconocer las persistentes preguntas existentes
todo el mundo sobre si KSM y bin al- Shibh hab’an
sido realmente detenidos. Escribió: "Según
la carta de la policía al tribunal, el
testigo del que se presume que sea el señor
bin al-Shibh hizo su declaración el pasado
mes". Si la condena de Motassadeq es revocada,
un nuevo examen del papel de bin al-Shibh en el
11-S y su subsiguiente "captura" podría
implicar el riesgo de que otras mentiras sobre
el 11-S queden en descubierto. Esto vale especialmente
para la identidad, deliberadamente confusa, del
"tesorero" de los ataques, Omar Saeed Sheikh,
y del hombre que le ordenó que transfiriera
100.000 dólares a Mohammed Atta sólo
semanas antes del 11-S - el general Mahmud
Ahmad en aquel entonces jefe de la inteligencia
pakistaní. Ahmad tenía estrechos
vínculos con el director de la CIA George
Tenet y estuvo en Washington durante la semana
de los ataques, reuniéndose con Tenet,
con altos miembros de la Administración
Bush y con importantes líderes del Congreso
como el Presidente de la Inteligencia de la Cámara,
Porter Goss y el jefe de la inteligencia
del Senado, Bob Graham.
Zacariahs Moussaoui, el así llamado
secuestrador Número 20, encarcelado en
Minnesota poco antes del 11-S, fue hecho famoso
por el legendario Memorando Rowley, escrito
por la agente de asuntos legales del FBI de Minneapolis,
Coleen Rowley, Mujer del Año de
TIME Magazine en 2002. En su memorando
describió deliberados, ineptos y exitosos
intentos de personal de la central del FBI, incluyendo
al jefe de unidad, David Frasca, fundamentalista
radical, por suprimir una investigación
que podría haber impedido los ataques.
Con el paso del tiempo se ha hecho evidente que
los detalles del memorando Rowley han sido consagrados
- como señala un investigador - como si
fueran "sagradas escrituras" sobre el 11-S. ¿Y
si algunos de esos detalles formaban parte de
una leyenda inventada, hecha más veros’mil
por las protestas de Rowley?
Para un excelente análisis de este guión
vea: "There's Something About Omar: Truth,
Lies, and the Legend of 9/11" de Chaim Kupferberg
en:
http://www.globalresearch.ca/articles/KUP310A.html.
Desde su encarcelamiento y la presentación
de acusaciones en su contra, Moussaoui ha solicitado
repetidamente el testimonio de Khalid Shaikh Muhammad,
Mustafa Ahmed Hawsawi y bin al-Shibh. Como en
los casos anteriores el gobierno de EE.UU. se
ha negado a permitir declaraciones o interrogatorios
de testigos que podrían exonerarlo. Un
tribunal de distrito de EE.UU. terminó
por ordenar que los testigos fueron presentados
y que se tomaran sus declaraciones. El resultado
fue que el juicio de Moussaoui se detuvo, mientras
el Departamento de Justicia de John Ashcroft apelaba
a un tribunal superior el que no es probable que
decida a favor de Ashcroft.
Dado el resultado de los juicios alemanes, es
extremadamente probable que al ir a la elección
de noviembre la Administración Bush no
tendrá una sola condena relacionada con
el 11-S que mostrarle al público de EE.UU.,
algo que seguramente será mencionado por
el candidato demócrata y señalado
en la prensa. Otras dos decisiones legales recientes
han afectado aún más la capacidad
de la Administración de mantener una tapa
sobre las mentiras del 11-S y han complicado seriamente
los problemas mencionados.
El 20 de diciembre, AP informó que,
en dos sentencias separadas de la Corte de Apelaciones,
se había decidido que EE.UU. no puede mantener
indefinidamente a los detenidos en Guantánamo,
Cuba, fuera del sistema legal de EE.UU. (es decir
lejos de la vista del público) y que no
se puede negar la protección constitucional
a ciudadanos estadounidenses como el presunto
sospechoso de una bomba sucia, José Padilla,
utilizando la justificación de que se trata
de presuntos "combatientes enemigos" detenidos
fuera del territorio de EE.UU. El resultado del
primer fallo es la garantía de un plazo
inevitable en el que el gobierno de EE.UU. tendrá
que presentar a Khalid Shaikh Muhammad, bin al-Shibh,
y a otras figuras clave en la leyenda del 11-S,
para que sean examinados en público. FTW
no tiene duda alguna de que es innegable que la
credibilidad del gobierno se derrumbará
si la prensa mundial y abogados de la defensa
con un cierto nivel de inteligencia formulan las
preguntas más elementales. El resultado
de todos estos precedentes imposibilitaría
que el gobierno pueda conservar exitosamente la
credibilidad de sus narrativas del 11-S.
SADAM HUSEIN
¿Qué estaban pensando? Suponiendo
que sea el verdadero Sadam Husein el que fue oficialmente
detenido el 14 de diciembre, FTW no puede
concebir bajo qué circunstancias el gobierno
de EE.UU. pueda permitir que se le procese. El
mundo no aceptará un juicio secreto. The
New York Times escribió el 17 de diciembre:
"El juicio de Sadam Husein debe lograr varias
cosas al mismo tiempo. Debe educar a los iraquíes
y al mundo sobre la naturaleza de su régimen,
adherir a los estándares de corrección
internacionales más elevados, y proveer
un mecanismo para un castigo apropiado. La mejor
manera de lograr estos objetivos es crear un tribunal
dentro de Irak, bajo la autoridad de Naciones
Unidas, formado por jueces y fiscales iraquíes
e internacionales".
Pero el dilema confrontado por EE.UU. fue descrito
por Agence France Presse el 20 de diciembre:
"El controvertido abogado francés Jacques
Vergès dice que está dispuesto
a defender a Sadam Husein ante un tribunal
y, si puede, llevar a líderes mundiales
a testimoniar, en lo que podría constituir
un inmenso bochorno para Estados Unidos, Francia,
y otros países. "... Insistió en
que 'todos los jefes de estado occidentales',
del período de la guerra Irak-Irán
de 1980 a 1988, deberían subir al estrado
cuando se procese a los ex funcionarios iraqu’es
encarcelados... 'Cuando recriminamos el uso de
ciertas armas (tenemos que saber) quién
vendió esas armas', dijo sobre las compras
pasadas de Irak de armas de Francia, Gran Bretaña,
Estados Unidos y Rusia." |
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Joe
Conason de The New York Observer señaló
el 22 de diciembre que: "Un obvio testigo posible
es el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld,
que actuó como enviado especial a Bagdad
a principios de los años 80. Sadam podría
exhibir sobre un caballete del tribunal, la famosa
fotografía de diciembre de 1983 en la que
estrecha la mano de Mr. Rumsfeld, el que reconoce
que Estados Unidos sabía que Irak estaba
utilizando armas químicas. Si sus fuerzas
estaban usando Tabun, gas mostaza, y otros venenos
prohibidos, podría preguntarse, ¿por
qué restauró Washington las relaciones
diplomáticas con Bagdad en noviembre de
1984?
Hay muchos problemas relacionados con los detalles
de la conveniente captura de Sadam en un momento
en el que la popularidad de Bush estaba bajando.
Una serie de periódicos mundiales, de Gran
Bretaña a Australia, han señalado
que los grupos kurdos rebeldes habían reivindicado
la captura de Sadam antes de que las fuentes de
EE.UU. publicaran una historia oficial. Las historias
kurdas son creíbles pero no revelan la
fecha de captura, lo que podría explicar
la apariencia despeinada del antiguo dictador
iraquí.
El 21 de diciembre, FTW recibió
una fotografía, sin indicación de
su origen, en un correo electrónico con
el título "De un amigo en Arabia Saudí".
En la fotografía dos soldados de EE.UU.
muestran como levantaron un sello de un bloque
de espuma de poliestireno de sobre el escondite
de Sadam. |
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La foto
presenta dos problemas respecto a la narrativa
de EE.UU. Primero, muestra claramente dátiles
maduros colgando de la rama de un árbol.
Esta maduración sólo ocurre en los
meses de verano, y en diciembre los dátiles
ya han sido cosechados hace tiempo, se han podrido
hasta quedar ennegrecidos sobre la rama, o han
caído de los árboles. Al lado de
los dátiles hay una cuerda que sujeta una
carne desconocida secándose al sol. De
nuevo, éste es un proceso - según
fuentes iraquíes y árabes - que
sólo ocurre durante los meses de verano.
Una búsqueda en varios sitios de noticias
en la red reveló que la fotografía
era una foto de AP que - junto con por
lo menos otras cuatro que mostraban los dátiles
maduros - sigue colocada en el sitio en la red
de noticias de CBS.
(Ver "Capture de Sadam" y luego pulsar
en "Photo Essays").
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Las
fotos de AP disipan otros rumores de que
Sadam haya estado atrapado bajo un bloque de hormigón.
Los primeros planos del bloque superior de la
foto de AP muestran claramente que es liviano.
Está apoyado por las empuñadoras
menos que agresivas utilizadas por los soldados
en la fotografía. Aunque es posible que
haya habido ladrillos colocados sobre el sello
de espuma, sigue siendo un hecho que si Sadam
hubiera sido capturado algo antes, lo habrían
mantenido como prisionero en la 'guarida de araña'
mientras sus captores ocupaban la espartana casucha
que se encontraba encima. El momento escogido
y la forma de captura de Husein desafían
toda lógica. Sólo puede ser juzgado
en público e incluso si convenientes confesiones
de su parte, sin el apoyo de videos o de testimonio
jurado, permiten a EE.UU. ubicar armas de destrucción
masiva adecuadamente colocadas, las cartas de
este póquer van a tener que ser reveladas
en algún momento. La Administración
Bush lo sabe y FTW concluye que incluso
cuando anunciaron su captura, ya habían
decidido que Sadam Husein jamás sería
procesado en público o se le permitiría
que se defienda. Esto hace que su captura sea
un evento increíblemente ominoso. Algo
grande tendrá que suceder para impedir
que el juicio tenga lugar.
UN JURADO DE ACUSACIÓN POR EL CASO PLAME
/ WILSON
Finalmente, un artículo del 26 de diciembre
en The Washington Post informó que
un cuarto fiscal ha sido agregado al equipo del
Departamento de Justicia que investiga quién
fue el que desde la Casa Blanca filtró
el año pasado la identidad de la agente
de la CIA Valerie Plame al periodista Bob
Novak. Plame es la esposa del ex embajador de
EE.UU., Joseph Wilson, que fue enviado
por orden de Dick Cheney a investigar documentos
que presuntamente probaban que Sadam Husein
había estado tratando de comprar uranio
de Níger
Los documentos eran burdas falsificaciones, pero
el presidente Bush los mencionó en su discurso
sobre el estado de la unión y gran parte
de su gabinete se basó en ellos para justificar
la invasión de Irak incluso después
de que Wilson había informado que eran
falsificaciones y que las afirmaciones eran falsas.
Según el artículo del Post,
fuentes del FBI han indicado que un jurado de
acusación podría ser formado dentro
de poco para investigar el caso. Si es así,
los problemas de la Administración Bush
se multiplicarán cuando aparezca más
y más evidencia ante un organismo sobre
el cual John Ashcroft no puede ejercer
un control total.
El artículo del Post agrega que:
"El lunes [22 de diciembre] el líder de
la minoría en el Senado y el demócrata
responsable en el comité sobre Servicios
Armados enviaron una carta al Ministro de Justicia
John Ashcroft solicitando más información
sobre la investigación. 'Solicitamos que
usted nos suministre un estado general de la investigación,
incluyendo la cantidad de personas que han sido
entrevistadas por el Departamento de Justicia,
la cantidad de informaciones que usted ha recibido,
los tipos generales de información sobre
las que se le informa, qué condiciones
ha puesto usted en el marco de esas informaciones
para asegurar la independencia de esta investigación,
y si usted ha discutido el caso con funcionarios
superiores de la Administración fuera del
Departamento de Justicia... "Los senadores dijeron
que existe un evidente conflicto de intereses
en el hecho de que Ashcroft sea informado sobre
el tema, y pidieron nuevamente que un fiscal especial
investigue el caso... " La carta Daschle-Levin
parece haber tenido efecto. En un sorpresivo anuncio
el 30 de diciembre - como informó CNN
- John Ashcroft anunció que se había
recusado de todo rol en la investigación
y que el control del caso pasaría al fiscal
de EE.UU. en Chicago, Patrick Fitzgerald.
La selección de Fitzgerald fue decidida
evidentemente sólo por preocupaciones políticas.
Pero habría que señalar que bajo
la ley de EE.UU., los fiscales de EE.UU. operan
independientemente del Ministro de Justicia. (ver
enlace)
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Este
desarrollo debilita aún más la capacidad
de Bush de controlar un barril de pólvora
legal que, como tantos otros, podría derribar
su regimen. De interés crucial en esta
investigación es un documento que surgió
del Buró de Inteligencia e Investigación
del Departamento de Estado y el hecho de que ha
habido varias muertes misteriosas en esa unidad
en los últimos meses.
(FTW está preparando actualmente
una investigación detallada, sólo
para subscriptores, de los vínculos entre
esos desarrollos, las muertes y el que la CIA
y la Administración se encuentran en una
contienda que es casi una "guerra a tiros".
Si en este caso se forma un jurado de acusación
podría - como sucedió con el jurado
de acusación de Watergate y Richard
Nixon - significar el fin de la Administración
Bush. El actual regimen ha demostrado ser un manager
inepto de los asuntos mundiales en beneficio del
sistema financiero y ofensivo para la mayor parte
de la población del mundo. Como FTW
ha señalado durante un año, George
W. Bush podría ser invencible en la elección.
Por cierto reunirá más dinero que
todos sus contrincantes y, si los tres años
precedentes constituyen un rasero, ha demostrado
que hará cualquier cosa para retener el
poder. Pero eso no indica que no se le pueda detener.
Richard Nixon creía que nadie lo podía
detener y jugó una mano de póquer
dura hasta el final. La diferencia entre Richard
Nixon y George W. Bush es que Richard Nixon capituló
cuando vio que si seguía luchando destruiría
el país. Ante el telón de fondo
del Pico de Petróleo y Gas y lo que nos
espera inevitablemente en nuestro futuro, George
W. Bush podría no ver motivos similares
para semejante circunspección.
31 de diciembre de 2003 http://www.fromthewilderness.com/store/specials.html
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Publications Traducido para Rebelión por
Germán Leyens |
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