02-11-2005 - EL PERIÓDICO
Washington. -- La CIA ha estado escondiendo e interrogando a destacados presuntos miembros de Al Qaeda en una "instalación secreta" en Europa del Este, como parte de un "sistema encubierto de prisiones", según informa hoy el diario The Washington Post. [1]
El rotativo, que cita a funcionarios estadounidenses y de otros países conocedores del este asunto, indica que el "sistema encubierto de prisiones" fue establecido por la CIA hace cerca de cuatro años.
En varias ocasiones, el sistema contó con lugares de reclusión en ocho países, incluidos Tailandia, Afganistán y algunas "democracias del este de Europa", así como un pequeño centro en la prisión de Guantánamo, en Cuba.
La red secreta de centros de detención "es un elemento central en la guerra no convencional de la CIA contra el terrorismo", añade el diario al indicar que estas operaciones dependen de la cooperación de los servicios de inteligencia extranjeros y de mantener el su existencia en secreto.
La existencia y ubicación de las instalaciones, a las que en documentos clasificados de la Casa Blanca, de la CIA, del Departamento de Justicia y del Congreso se les llama "lugares negros", es conocida solamente por un puñado de funcionarios en EEUU y por el presidente y unos pocos miembros de los servicios de inteligencia de cada país donde se encuentran, según The Washington Post.
Más de 100 detenidos
La CIA ha tenido en este sistema más de un centenar de detenidos, de los cuales una treintena son considerados importantes sospechosos terroristas y están confinados en instalaciones financiadas por la agencia estadounidense y gestionadas por su personal en Europa del Este.
Otro grupo de alrededor de 70 detenidos y considerado menos importante, pasó por los "lugares negros" y posteriormente fueron entregados a los servicios de inteligencia de Egipto, Jordania, Marruecos, Afganistán y otros países, según The Washington Post.
Los prisioneros del primer grupo están aislados del mundo exterior, en la oscuridad, a veces en celdas subterráneas, no se les reconocen derechos legales y nadie que no sea de la CIA puede hablar con ellos o verles, según dijeron las mencionadas fuentes al diario estadounidense.
|