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11-M:
Claves de una conspiración |
por BRUNO CARDEÑOSA
Estimados amigos: Os informo que en estos mismos
días se está distribuyendo en las
librerías de toda España mi nuevo
libro: 11-M: Claves de una conspiración,
editado por Espejo de Tinta. En esta nueva obra,
que será muy polémica, desvelo y
expongo algunos de los muchos puntos oscuros respecto
a los terribles atentados ocurridos en Madrid
el pasado 11 de marzo. Del mismo modo que hice
con mi anterior trabajo -11-S: Historia de
una infamia (Corona Borealis, 6» edición)-
la versión oficial de los hechos queda
al descubierto tras la investigación que
he efectuado. 11-M Claves de una conspiración
analiza además de los atentados las oscuras
razones que llevaron a España a apoyar
a George Bush y denuncia las irregularidades cometidas
en las investigaciones efectuadas respecto al
Al Qaeda en España. En suma, en mi nuevo
trabajo vuelvo a mostrar cómo las autoridades
utilizan en su propio beneficio las consecuencias
del terrorismo hasta el punto de poder estar detrás
de algunas tramas ocultas a este respecto.
Entre otras muchas informaciones, 11-M: Claves
de una conspiración ofrece las siguientes
revelaciones:
Las autoridades tenían conocimiento
de que se podía producir un atentado en
España.
Estados Unidos ocultó a España
referencias exactas sobre quienes iban a provocar
la matanza.
En los días previos al 11-M se produjeron
extraños movimientos en la Bolsa española
que indicaban que en las altas esferas del poder
financiero existía información previa
sobre los atentados que iban a cometerse.
En los meses previos a los atentados, satélites
norteamericano fotografiaron a fruición
la estación de Atocha, ¿por qué?
Tras los atentados de Madrid se escondían
intereses petrolíferos.
Una 'mano negra' guió a la policía
para dar con los presuntos culpables de la matanza.
Las pruebas utilizadas por la policía
para detener a los culpables fueron colocalas
a modo de 'señuelos'. Alguien delató
intencionadamente a los activistas.
¿Fue dinamita el explosivo utilizado
en la masacre? Aún existen dudas al respecto...
Informes de expertos presentados en el
libro demuestran que la reivindicación
que hizo Al Qaeda de los atentados fue una falsificación.
Las cámaras de seguridad de las
estaciones de tren utilizadas por los terroristas
no captaron a ninguno de los sospechosos.
Tras el 11-M, Estados Unidos y Marruecos
llegaron a varios acuerdos que beneficiaban a
ambos países.
Los atentados fueron orquestados a modo
de operación de inteligencia militar.
La realidad es que no existen pruebas de
peso para acusar a los detenidos por el 11-M.
A este respecto, en el seno de la Audiencia Nacional
se ha desatado una crisis.
Apenas 20 minutos después de los
atentados, el gobierno español sabía
que ETA no estaba detrás de los hechos.
Sin embargo, durante un tiempo previo a los hechos
se preparó a la población para la
explicación que se iba a dar.
Varios de los acusados eran confidentes
de la policía y muchos de ellos estaban
vigilados desde hacía años, pero
en los días previos a los hechos se les
dejó trabajar en su siniestro plan.
Las explosiones de los trenes fueron controladas
a distancia y, posiblemente, disponiendo de una
visión en conjunto de la ubicación
de los trenes.
Los cuatro trenes que estallaron viajaban
con retraso aquella mañana, ¿por
qué? El nivel de puntualidad de esta línea
es diariamente del 100 %. Pero ese día,
algo extraño estaba ocurriendo.
La biografía del terrorista que
dio la orden del atentado, Al Zarqawi, es en realidad
una figura casi mitológica fabricada por
Estados Unidos.
El líder religioso de los supuestos
miembros de Al Qaeda en España, Abu Qatada,
había llegado a un acuerdo con los servicios
secretos británicos para informar sobre
sus conexiones con islamistas residentes en España.
En realidad, Al Qaeda, tal cual nos dicen
que es, no existe. En este libro se muestran las
pruebas.
España tuvo una participación
decisiva en los preparativos del 11-S en Nueva
York y Washington. Sin embargo, se ha demostrado
que servicios secretos de Pakistán y Estados
Unidos financieron los viajes de Mohamed Atta
a España para preparar los atentados.
El instructor que enseñó
a pilotar a Mohamed Atta asegura que el terrorista
no estaba preparado para pilotar aviones.
En las detenciones de supuestos miembros
de Al Qaeda en España se han producido
muchas irregularidades. En la mayor parte de los
casos, no hay pruebas de ningún tipo contra
los acusados. Sin embargo, la Justicia española
ha seguido en este caso todas las indicaciones
de potencias extranjeras.
Empresas españolas tienen importantes
intereses en la reconstrucción de Irak.
Los terroristas que supuestamente participaron
en la matanza no eran suicidas. Sin embargo, días
después de los hechos se inmolaron en una
vivienda de Leganés (Madrid). Sin embargo,
este libro demuestra que aquella explosión
pudo haber sido controlada y que, por tanto, no
respondería al intento de suicidio colectivo.
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Una de las dramáticas imágenes
del 11-M
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En
realidad, Al Qaeda, tal cual nos dicen que es,
no existe. En este libro se muestran las pruebas.
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